X-MENtiras

X-MEN-LOBEZNOHay hombres que vienen marcados por una X, otros por una cruz, muchos por puntos suspensivos y algunos por un punto y final. Pero también hay hombres extremos que mantienen una posición tan alejada de la realidad que raya lo fantástico, son los X-Men.

En el fondo son como críos, ven la realidad y la sociedad en la que viven según se ven ellos en ella, sin más referencias y planteamientos que lo que les ha pasado a ellos, y sin ningún interés en conocer nada nuevo porque sólo les importa lo suyo. El mundo acaba donde se agota su mirada, y la historia son sus historias. Y claro, con una actitud como esa es normal que reproduzcan los valores tradicionales, entre los que siempre aparece como eje articulador la desigualdad que les da el privilegio del poder.

Los X-Men se comportan como los nuevos vengadores, dispuestos a recuperar la masculinidad perdida para el resto de los hombres y sus mujeres, volver a ese “hombre-hombre”, o al “hombre de verdad” de toda la vida, o al que “se viste por los pies” porque tiene la cabeza bien alta, o al “hombre de pelo en pecho” que no tiene pelos en la lengua para decir las cosas claras. Pero como a pesar de todo no van de frente con sus planteamientos se revisten de corrección dentro del posmachismo, para así intentar conseguir dos objetivos fundamentales. En primer lugar, hacer pasar una realidad por otra para confundir, y en segundo término, intentar desacreditar a las mujeres que se han alejado de sus roles tradicionales, y de paso arremeter contra los hombres a favor de la igualdad, que además de compartir las críticas vertidas hacia las mujeres, somos unos traidores. Traidores a la causa de los hombres, algo que no perdonan.

La situación no es nueva, ni ese tipo de actitudes tampoco, también antes se luchó contra la falta  de libertad y se criticaba a los blancos que estaban a favor de abolir la esclavitud, o a los burgueses que eran partidarios de garantizar los derechos de los trabajadores, o a los heterosexuales que se manifestaban en contra de la discriminación de las personas homosexuales… Por eso para que puedan tener algo de espacio necesitan recurrir a la mentira y que esta ocupe un papel esencial, por esa capacidad que tiene para hacer pasar una realidad por otra en contra de las propuestas de quienes buscan una sociedad mejor por medio de la Igualdad.

Pero la mentira no agota ahí su papel, también es una de las referencias para juzgar a hombres y mujeres, y por ello es valorada de forma completamente diferente según se atribuya a los  primeros o a las segundas. La mentira en el hombre es una opción y en la mujer una condición. El hombre miente en nombre de una causa y la mujer lo hace para causar daño a algún hombre y por interés personal. Y así se llega a entender que las mujeres tienen la mentira asociada a su identidad, pero lo que en verdad sucede en muchas ocasiones es que se confunde el hecho de no ser creídas por no darle valor a sus palabras con la falsedad en su contenido.

En el anterior post (“John Travolta, Strauss Kahn y Julian Assange”) me detuve  sobre una de las grandes mentiras utilizadas para cuestionar la violencia de género, la de las “denuncias falsas”, y rápidamente, como pueden ver en los comentarios, aparecieron los argumentos de siempre para intentar desvirtuar la dramática verdad de la violencia que sufren las mujeres a manos de sus parejas o exparejas. Entre los argumentos que habitualmente utilizan, además de la denuncia falsa, están, entre otros, los siguientes:

Dicen que se habla de mujeres asesinadas, pero no se cuentan los hombres asesinados. Falso. Los homicidios de hombres son sistemáticamente recogidos por el CGPJ y por el Ministerio del Interior, y aunque parece que les molesta, tal y como pueden comprobar en las estadísticas que interesadamente ignoran, la mayoría de los hombres asesinados por violencia doméstica lo son por otros hombres, fundamentalmente hijos que matan a padres, padres que acaban con la vida de sus hijos, y homicidios entre hermanos o familiares. Hay casos de mujeres que cometen un homicidio sobre su pareja, pero en una proporción mínima.

– En cualquier caso, el razonamiento que utilizan es bastante pobre, ¿se imaginan que se le echara en cara a un cardiólogo que explica las muertes por infarto de miocardio que no dice nada de las muertes por infarto cerebral o por otras causas, cuando todas se refieren a vidas humanas…? Ridículo ¿verdad? Pues ese mismo argumento es el que utilizan, le piden a estructuras especializadas en violencia de género que contabilicen otras causas de violencia que ya hacen los organismos y oficinas correspondientes. 

– Como se trata de desvirtuar a quienes estamos a favor de la Igualdad (mujeres y hombres), dicen que en el fondo tomamos a las mujeres por incapaces, como si no supieran defenderse a sí mismas. El planteamiento es hábil pero también un poco ridículo, es como si ante una situación de injusticia dejáramos que continuara sin hacer nada, por si las personas afectadas pudieran ser consideradas como incapaces de abordar sus problemas. Lo que no se quiere ver desde el posmachismo es que las actuaciones desarrolladas no son por “compasión” ni desde la “beneficencia”, como a veces plantean en sus medidas, sino que garantizan los derechos que  han sido arrebatados por la violencia y las medidas que se derivan de ellos. 

– Se intenta presentar la crítica a los maltratadores como una crítica a todos los hombres, y tampoco es así. Lo que se cuestiona son los valores tradicionales que llevan entender la masculinidad como un status de referencia y poder y a los hombres que lo aplican en la violencia, no a todos los hombres.

– Otro factor que utilizan es la insistencia en lo malas que son las mujeres, por lo que cada vez incorporan nuevos argumentos que inciden y potencian esa maldad propia del sexo femenino. Ahora, han puesto de moda unir a las denuncias falsas el suicidio del hombre denunciado. Es un planteamiento reduccionista y me atrevo a decir que falso. En primer lugar porque la conducta suicida es bastante más compleja que lo que apuntan, y en segundo lugar porque estaríamos hablando de una inducción al suicidio o de, incluso,  un posible homicidio que conllevaría una investigación judicial sobre las causas y circunstancias de la muerte suicida. Todos los suicidios, todos, se investigan judicialmente y se lleva a cabo un pormenorizado examen médico-forense, incluida la autopsia, que arroja luz sobre lo ocurrido. Si es cierto que la causa del suicidio ha sido una denuncia, máxime si es falsa, habrá resoluciones judiciales que lo ratifiquen y mujeres en la cárcel por esa inducción. Lo tienen fácil, que muestren las sentencias condenatorias o que denuncien a los Jueces y Forenses por no investigar.

Da igual que no tengan sentido sus argumentos y que no se ajusten a la realidad, ellos no mienten, pero las mujeres son malas por naturaleza y la naturaleza es mala por las mujeres (¿verdad Eva?). Para nada tienen en cuenta las mentiras de hombres que nos llevan a una guerra por “armas de destrucción masiva” que nunca existieron, las mentiras masculinas que nos meten en tantas otras guerras, las mentiras de hombres que hunden un banco “que daba beneficios”, las mentiras de hombres deportistas que amañan partidos en una liga como la italiana para enriquecerse un poco más, las mentiras de hombres que han dado lugar a una de las mayores crisis económicas globales  de la historia…

Pero ya se sabe, los hombres no lloran… y tampoco mienten. Las mujeres sí lloran…

4 thoughts on “X-MENtiras

  1. La lecheeee, me has mezclado a las churras con las merinas ahí, mucho fútbol y muchas guerras.¿Qué los hay bobos? Si ¿Qué las hay putas? También, pero para equivocarse son tan buenos tanto los unos como las otras.

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  2. Muy bueno el artículo. Los x-men, una artimaña más-esta vez cinematográfica-para, como bien analiza el autor, reivindicar los valores tradicionales masculinos que tantos beneficios otorgaron a quienes los detentaban en detrimento de las mujeres. Por eso da tanto miedo pensar a qué obedece el éxito de este tipo de sagas entre la gente más joven.

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  3. Las mujeres nos las arreglaremos con todos los hombres que se nos pongan por delante, como lo hemos venido haciendo desde tiempos inmemoriales.
    ¿Tan malos son ustedes, señores?
    Mi opinión es que sólo unos cuantos son del modelo energúmeno, y por falta de educación.
    Hablo de España, claro.
    Por ahí fuera habrá de todo, como aquí.

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  4. Los hombres y las mujeres están condenados a entenderse. ¿El sexo determina el carácter?. Por supuesto.¿Quién puede negarlo?. La relación siempre será complicada, pero posible. ¿Acaso no se nos ha dotado de intelecto al menos a la mayoría de los humanos?¿Quién es mejor; quién peor? Ninguno, son simplemente diferentes y a la vez iguales. Muchos pensábamos que la incorporación de mujeres a la primera línea de la política podría cambiar la visión del mundo. Por desgracia eso no es así. Ahí está Tatcher, Merkel, Aguirre o Cospedal, por ejemplo. En ese sentido hablo de iguales. Ni hombres, ni mujeres cambian el Poder. Es éste el que los cambia a ellos y los hace a su vez iguales. Por otro lado pienso que debatir el tema de la igualdad en el siglo XXI es un poco tardío. Cuestionar en 2012 el derecho a la vida o a la integridad física o moral y el principio de igualdad es absurdo. Están garantizados por la Declaración Universal de los DDHH, por la Constitución y por el Código penal. ¿Acaso tenemos que dar explicaciones de ello? Ya pueden hacer todas las películas que quieran. Yo nunca descenderé a ese debate. El caso, para mí, está sobreseído.
    http://elbuhopardo.blogspot.com.es/

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