El concebido y el aborto

UNIVERSO
No está muy claro qué es lo que pretende defender Gallardón
con su reforma de la Ley del Aborto. Se dice que es la vida del nasciturus, y con ella la vida en general, hasta el punto de que las organizaciones que lo apoyan han tomado esa idea y se auto-denominan “pro-vida”.

Pero si analizamos la situación y los planteamientos que hacen vemos que no es así.

– Si lo que se defiende es la vida depositada en el embrión a toda costa no se admitiría ningún supuesto para abortar nunca, ni violación, ni enfermedad física de la madre que pudiera ser tratada, aunque el riesgo fuera alto, ni menos aún una enfermedad psíquica, que difícilmente podría afectar a la vida de la madre, salvo que diera lugar a riesgo de suicidio, ideación suicida que sería la que exigiría un tratamiento según estas posturas, no un aborto.

– Tampoco parece que sea la vida en sí misma cuando en Irlanda una mujer nacida en India, Savita Halappanavar,  dentista de 31 años, falleció junto al hijo que esperaba por no practicarle un aborto http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/11/14/actualidad/1352919338_098702.html. Y cuando en El Salvador se estaba dispuesto a que llegado el caso, la madre una joven de 22 años llamada Beatriz y con una situación clínica grave debida al lupus que padecía, a una insuficiencia renal y a una pre-eclampsia, muriera durante el embarazo de un feto con anencefalia que no sobreviviría al nacer http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/05/30/actualidad/1369894974_531835.html.

– Y sigue sin ser la vida lo que se defiende cuando  ante casos como el de unos siameses que compartían un corazón de seis cavidades, y una situación clínica que exigía una intervención quirúrgica para que uno de ellos pudiera tener posibilidades de vivir, desde esas mismas posiciones se decía que no había que actuar, y que la solución era que murieran los dos “de forma natural” http://es.catholic.net/laicos/466/2257/articulo.php?id=4328.

– Y definitivamente no es la vida lo que protegen cuando en lugar de prevenir los embarazos no deseados, que son los que causan los abortos, no la maldad de las mujeres, y de apostar por una ley como es la actual Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo, que trabaja la educación sexual y la prevención de embarazos no deseados, y que ha disminuido un 5% el número de abortos en un año, lo que se hace es mantener las circunstancias que darán lugar a los abortos y esconder sus cifras en la clandestinidad o en el extranjero. Pero serán vidas que terminarán por la práctica de abortos, aunque no se cuenten.

Estos ejemplos nos dicen claramente que no es la vida lo que se defiende, no ya en términos de dignidad ni libertad, sino en su propio concepto biológico. Es lo que se deduce cuando las decisiones que se adoptan para “defender” la vida del no nacido, ahora llamado “concebido”, conllevan la muerte de la madre, como ocurrió en Irlanda, como se podría haber producido en El Salvador, o como se defiende ante la supervivencia de un siamés. 

Es más, todo  lo anterior nos indica que tiene más valor impedir un aborto en sí mismo que la vida de la mujer, ni siquiera se equipara la vida de la mujer con la vida del no nacido, puesto que en el caso de El Salvador la grave alteración que presentaba el feto (anencefalia) hacía que muriera al nacer, y en el caso de Irlanda el feto de 17 semanas no iba a sobrevivir, pero daba igual, lo importante era no practicar un aborto hasta el punto de que le costó la vida a Savita, una mujer hindú fallecida por la imposición de una ley basada en la moral católica. Es decir, desde esas posiciones que defienden la vida, la vida de una mujer vale menos que el embarazo de un feto “en estado terminal” que espera nacer para morir, gracias a la vida que le da la misma madre a la que terminará “matando” ese embarazo. 

La vida de las mujeres importa poco incluso después de la muerte, como ha ocurrido ahora en Texas, donde una mujer embarazada, Marlise Muñoz enfermera de 33 años que había dejado instrucciones en vida para ser desconectada en caso de necesitar de esa vida artificial, han sido despreciadas y se mantendrá en esa vida artificial por “criterio médico” hasta que el feto sea viable. http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/01/08/actualidad/1389189160_967673.html 

No deja de ser paradójico que las mimas posiciones y leyes que impiden que un hombre sea padre después de fallecer utilizando su esperma donado en vida, no impidan a una mujer ser madre en contra de su voluntad y después de muerta.

Si esa misma mujer en coma no estuviera embarazada se la desconectaría sin problema. Y si estuviera consciente y necesitara un soporte mecánico que sólo pudiera prestarse en el hospital, y ella renunciara a él para morir en su hogar, podría pedir el alta hospitalaria y fallecer en paz. Nadie podría obligarla a mantenerse conectada a los aparatos, del mismo modo que un paciente puede renunciar a un tratamiento a sabiendas que al hacerlo morirá con toda seguridad.

La vida de las personas no se defiende a cualquier precio, del mismo modo que no se puede obligar a una persona histocompatible a donar un órgano o sangre de un grupo poco frecuente en una situación de urgencia, a pesar de que al no hacerlo la persona enferma morirá.

Todas estas circunstancias nos indican lo siguiente:

– Lo que se defiende no es la vida, sino algunas circunstancias que pueden afectarla.

– Se dice que se defiende la vida del embrión o del feto, pero no siempre.

– No se dice, pero se ve de forma clara que no se defiende a las mujeres en ningún caso, sino a su función de madre. Se la obliga a la maternidad violentando su voluntad para defender, no la vida como se dice, sino la muerte en nombre de algo o de alguien, como se proponía en El Salvador, como ocurrió en Irlanda, o como se aconsejaba con los siameses. 

Si el sexo sin consentimiento es una violación o una agresión sexual, ¿qué es una maternidad sin consentimiento?

¿Por qué se defiende a toda costa la vida del embrión y del feto, y no se defiende la vida en otras circunstancias, tal y como hemos visto?

Lo que se defiende e impone con esta reforma de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo que propone Gallardón, es una moral y unos valores que utilizan la idea de la vida del embrión y del feto como pivote para justificar todas la demás ideas, y para demonizar al resto de propuestas y posiciones que no respetan esa idea básica y esencial de la vida que se impone. Esa es la estrategia.

Por eso no es casualidad que se refieran a esa vida del no nacido como “concebido”, ni que  los valores, ideas y creencias que se pretenden defender se hagan a través de negarle a las mujeres que decidan libremente.

Concebir, según el Diccionario de la RAE es:  CONCEBIDO-DRAE

  1. Quedar preñada una hembra.
  2. Formar idea, hacer concepto de una cosa.
  3. Comprender, encontrar justificación a los actos o sentimientos de alguien.
  4. Comenzar a sentir alguna pasión o afecto.

Por lo tanto, el “concebido” de la reforma de Gallardón se supone que es “la idea sobre la preñez de una hembra (entendemos que mujer) que justifica los valores y creencias de quienes defienden esa idea, y hace sentir pasiones entre el grupo  que la comparte”…. Como pueden ver, no es la vida lo que se defiende. 

Y la clave para entenderlo, aunque con matices, desde los más terrenales a los más trascendentales, es sencilla, al menos  en el planteamiento que hacen tradicionalmente sobre el origen de la vida y el papel de las mujeres.

La religión ha establecido que la vida se crea por obra de Dios y que le pertenece a Él. La biología sólo es el instrumento que utiliza Dios para crear la vida, por eso hay miles de relaciones sexuales sin que haya embarazo. Para estas posiciones esa realidad es el ejemplo de que el origen de la vida no es una cuestión biológica y necesita una especie de chispa que la haga prender, la cual escapa a la condición humana para situarse en la divinidad. Y por esa misma razón, para estas ideologías, no se pueden poner obstáculos a dicha acción sobrenatural utilizando preservativos u otros medios anticonceptivos, puesto que con ello estaríamos limitando la decisión divina para crear la vida, aunque al impedir el uso del preservativo mueran millones de personas por SIDA u otras enfermedades… Pero ya no sería obra de Dios, sino de la maldad humana y su asociación con el sexo.

El embrión es mucho más que una vida y que una persona en potencia. Para la religión el embrión es la obra directa de Dios antes de que la condición humana pueda decir o hacer nada desde su libre albedrío. La vida humana para la religión es una especie de “recreo” del cual ha de rendir cuentas ante Dios, pero antes del inicio de ese espacio propio, lo mismo que cuando finaliza con la muerte, sólo la referencia de Dios tiene validez. Y por dicha razón la religión ha de velar para que en ese mientras tanto  terrenal que es la vida, las personas no se alejen demasiado de sus referencias ni se pierdan por otros caminos.

Actuar sobre el embrión o sobre el feto es hacerlo directamente sobre la obra de Dios, y los humanos deben estar sometidos a Dios, no enfrentados. Por eso las mujeres no pueden decidir, porque ellas no sólo están sometidas a Dios, sino que tienen una triple sumisión: a Dios, a la naturaleza en su maternidad, y a los hombres (recuerden el “Cásate y se sumisa”)… Y ellas deben ser para los demás antes que para sí mismas, y decidir pensando en su misión trascendental, no en su propia vida. Por eso deben ser antes que nada esposas y madres, y serlo como “Dios manda”.

Ya lo dijo Gallardón, “la maternidad libre hace a las mujeres auténticamente mujeres”… pues eso Sr. Ministro deje que las mujeres disfruten su derecho a la libertad.

Su idea es respetable, pero no exigible a toda la sociedad.

41 thoughts on “El concebido y el aborto

  1. Vaya empanada mental que tiene usted, sr Lorente. Por partes: No se defiende al embrión a toda costa. Se ponen dos derechos sobre la mesa, el de la vida del feto y el de la madre. El derecho de la madre a llevar la vida que quiera – “me molesta este hijo” – es inferior al derecho a la vida del feto. Sentido común. No es lo mismo cuando quedan enfrentados el derecho a la vida del feto y el derecho a la vida de la madre. Estamos hablando de muerte. De que hay que elegir entre la vida de uno de ellos. Evidentemente, en este caso elige la madre. Los casos que usted apunta de Beatriz y de la mujer india son casos de peligro para la vida de la madre. Con la ley de Gallardón, ante el peligro de vida para la madre, elige la madre. Ambas se habrían salvado con la ley de Gallardón. ¿Le queda claro este punto? En cuanto a la violación: El caso es el mismo. Obligar a una mujer violada – que ya ha sufrido un enorme trauma – a llevar adelante un embarazo que no desea y en el que no tiene ninguna responsabilidad – otro trauma – supone una doble carga. Y esa doble carga acerca a esa mujer al suicidio. Es decir: El caso es el mismo que en caso de riesgo de muerte para la madre. Obligar a una mujer violada a parir la pone en riesgo de muerte. Por tanto, hay que dejarla elegir. Que es lo que hace la ley de Gallardón. Y qué narices pinta aquí el caso de unos siameses ya nacidos. Eso pertenece a otra esfera. Entérese ya que el aborto no es un tema religioso. Es un tema de asumir responsabilidades. Somos muchos los ateos que nos oponemos al aborto y que solo lo aceptamos en los casos mencionados. Violación y peligro para la vida de la madre. Finalmente: La ley de Gallardón impone la maternidad a la mujer del mismo modo que desde hace lustros la mujer y la ley imponen la paternidad al hombre. ¿No quería igualdad? Pues ahí la tiene. Esta ley por fin equipara los derechos reproductivos de hombres y mujeres.

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  2. Con toda la pereza que me da tratar el tema del aborto, porque es como hablar de la existencia, o no, de Dios, en la que cada uno tiene su opinión y nadie convence a nadie, sólo quiero decir que la idea de Gallardón no es respetable porque no tiene nada que ver la maternidad con ser mujer. Lo de “auténticamente” ni siquiera entiendo qué significa. Sólo faltaría que yo fuera menos mujer por no haber sido madre o esposa. O al revés. De todas maneras, una prueba de lo que ha cambiado la sociedad española es que muchas mujeres, actualmente, ya no quieren ser ninguna de las dos cosas por obligación social sino porque les da la real gana. Tener hijos, casarse por la iglesia, por lo civil, vivir juntos o a tiempo parcial… Queda casi feo decir esto en el blog del Sr. Lorente, a quien agradezco su lucha por las mujeres y aprecio, pero las primeras que tienen que defenderse de tipos como Gallardón son las mujeres, sin considerarlas menores de edad desvalidas. A mí el victimismo y la lagrimita me produce repelús

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  3. Para Pizzey “Somos muchos los ateos que nos oponemos al aborto y que solo lo aceptamos en los casos mencionados” ¿Y quién eres tú para aceptar nada? En todo caso, no abortes en ningún caso si es que tienes la posibilidad de hacerlo, que parece que no al ser hombre, cuando dices que “La ley de Gallardón impone la maternidad a la mujer del mismo modo que desde hace lustros la mujer y la ley imponen la paternidad al hombre. ¿No quería igualdad? Pues ahí la tiene. Esta ley por fin equipara los derechos reproductivos de hombres y mujeres”. Das hasta miedo o risa, no lo tengo claro. Pues te fastidias: Nosotras parimos, nosotras decidimos, o sea que nada de equiparar los derechos reproductivos.

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  4. @LBarcelona: ¿Que quién soy yo para aceptar nada? Pues, para empezar, el padre de la criatura. ¿Vosotras parís, vosotras decidís? Pues ya puedes decidir irte de España para hacerlo, maja, que aquí no se te van a dar facilidades. Y me parece perfecto que así sea.

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  5. En cualquier caso, LBarcelona, gracias por verbalizar lo que sabemos que muchas mujeres piensan pero pocas confiesan: ” nada de equiparar los derechos reproductivos”. En temas de igualdad movidos por la mujer, ya sabemos que unas personas son más iguales que otras…

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  6. A mi lo que me parece una barbaridad digna sólo de mentes retorcidas es traer al mundo a alguien con discapacidad de cualquier tipo. Como si la vida no fuera ya lo suficiente difícil para todos http://xurl.es/9ik46 La persona que lo desee debe ser libre de abortar.

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  7. BUEN ARTICULO. en todo caso para mi la maternidad debe ser elegida y no impuesta, por tanto la mujer debe decidir en cualquier caso hasta un tiempo de gestación determinado, por supuesto.

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  8. Un asunto que no resolvieron los jurisconsultos romanos no va a resolverlo una humanidad desde todos los puntos de vista mucho más decaída, incluyendo por supuesto los puntos ético e intelectual. Dicho lo cual, la reforma gallardónica, aparte de ser un insulto para las mujeres, que sin duda lo es, es una gilipollez. Porque la mujer que por h o por b haya decidido abortar, va a hacerlo. Si no es en condiciones sanitarias e higiénicas adecuadas, será con la clásica aguja de punto o llamando a la abortista del barrio, que cobra cuatro duros. Yo creo que el PP se ha dicho, a ver en qué podemos cumplir, aunque sea en una cosa, algo del programa, que los mismos nuestros están muy soliviantados. Ah, pues vamos con lo del aborto. De otro modo, no comprendo un proyecto tan absurdo, hipócrita y, repito, estúpido. Y ésto lo ha escrito uno que considera que hay vida humana desde el minuto uno, y que la mujer no tiene derecho sobre otra persona distinta de ella. O sea, que abortar es matar un niño. En cuando a Gallardón, me llama la atención que, sobre incompetentes, corruptos, frívolos y soberbios, encima los políticos, por si fuera poco, quieran ofrecerse de ejemplo. “Yo sí tendría un hijo discapacitado.” Perfecto, tenga Vd. catorce, pero no pretenda que los tenga yo. Al fin y al cabo, Vd. podrá pagar a quien cargue con ellos. El PP parece empeñado en que el PSOE levante cabeza, y mira que lo tienen difícil; pero están en ello.

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  9. Muy agudo y lúcido, como siempre.
    Especialmente, recalco:
    “…Y definitivamente no es la vida lo que protegen cuando en lugar de prevenir los embarazos no deseados, que son los que causan los abortos… lo que se hace es mantener las circunstancias que darán lugar a los abortos y esconder sus cifras en la clandestinidad o en el extranjero”;
    “No deja de ser paradójico que las mimas posiciones y leyes que impiden que un hombre sea padre después de fallecer utilizando su esperma donado en vida, no impidan a una mujer ser madre en contra de su voluntad y después de muerta.”
    Ciertamente, en el tema de la interrupción voluntaria del embarazo se hace más patente si cabe la doble moral imperante en nuestra sociedad.

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  10. Por decirlo claramente según se ve en boca de la mayoría de gentes hombres y mujeres.
    Esta ley es parcial y miope, pensada solo desde una sola esquina y descuidando la totalidad de la vida humana.
    Porque vida es la de quienes ejercen como personas en libertad con derecho sobre sus cuerpos y futuros.
    En una sociedad que nos llama personas en libertad con derechos a decidir y de elección.
    La vida se ha de defender a la luz de nuestra realidad actual, de la inteligencia, de la ciencia y del sentido común de la gente y la sociedad consensuada.
    La vida es una elección que se toma de común acuerdo.
    Libremente y deseada.
    Un embarazo nunca puede ser una condena social.
    Por ley.
    Y menos un embarazo puede ser una renuncia de futuro personal sin posibilidad de decidir.
    Las mujeres no son menos que los hombres ante el embarazo, ya que una persona puede ser hombre o mujer la ley ha de ser igual para todos.
    Varones y hembras.
    Para atender a la ciudadanía, no para conducirla como criaturas obtusas sin opinión ni opciones.
    Sin ni voto.

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  11. Estupendo artículo, Profesor Llorente. Efectivamente, el primer desbarre del Anteproyecto de Ley de Rajoy/Gallardón consiste en contemplar a las mujeres, en su faceta de embarazadas, como sujetos subordinados a las creencias, las opiniones o, inclusive, los delirios de los demás (es decir, de los hombres, a quenes se nos atribuye la posición esencial de sujetos necesariamente dominantes en la caverníocola visión de Rajoy/Gallardón & secuaces) De ese primer desbarre, resultan los demás y sucesivos que completan un texto, el del Anteproyecto, esecialmente talibán (ya que aparece íntimamente relacionado con una visión integrista de la realidad que pretende imponerse a la sociedad desde unas creencias muy combativas, pero extremadamente minoritarias) El objetivo, obvio, es despojar a las mujeres, en su faceta de embarazadas, de cualquier ámbito de autonomía personal mediante el despojo de un derecho (el derecho a interrumpir su embarazo en determinados términos y condiciones) que las Leyes vienen reconociendo y protegiendo (no atribuyendo, pues como derecho es previo a las¨Leyes que lo regulan) en todos los países civilizados (ciertamente, no en los países caracterizados por el talibanismo o el integirsmo de sus clases dominantes) Implantar el derecho de cualquier tercera persona (sea el padre -o quien cree serlo- sea el Ministro de Marina, el Preboste de la Iglesia Maronita o el catedrático de Psiquiatría de la Complutense) a impedir o torcer la voluntad de las mujeres embarazadas con relación a la continuidad, o no, de su embarazo no es otra cosa que rebajar a esas mujeres a la condición de objeto propiedad de tales hombres, reducirlas a la condición de una especie de ganado humano (reproducción y cría) degradar y denigrar. Y degradar, denigrar y despojar de sus derechos a nuestros conciudadanos, sean quienes sean, es un ataque, una agresión, una violencia extrema contra todos los ciudadanos, aunque ese ataque se perpetre desde el BOE, demasiadas veces ya usado como arma de destrucción masiva de derechos elementales de los españoles. Sostiene usted, Profesor Lorente, que el Anteproyecto no defiende la vida y estoy de acuerdo. Ni mucho menos, promueve la natalidad en un país muy necesitado de su incremento razonable y en ciertos aspectos urgentes. Defender la vida o promover la natalidad son objetivos de altura y requieren políticas de altura (para empezar, altura moral y altura de miras) El Anteproyecto simplemente está destinado, porque es su auténtico objeto, a degradar los derechos de las españólas embarazadas (siempre, naturalmente que no estén en condiciones economicas o sociales de ejercer esos derechos en cualquier otro país de la Unión Europea) No se trata de la vida, no se trata de los principios, no es bioética, sólo se trata simplemente de aplicar la receta de la diputada Fabra: las españolas, que se jodn.

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  12. Que triste!!! España retrocede. Se queda como el retrasado Brasil, donde mujeres ricas hacen el aborto en clinicas elegantes y privadas, encuanto mujeres pobres muren como animalitos. Porque cuando una mujer no desea un hijo ella se vá al infierno, pêro no tiene la criatura. Geograficamente España está perto de Suécia, donde solo lãs mujeres deciden. Por que toma el camiño de Brasil y no de Suécia?
    PD: Señores hombres calense sobre el aborto!! Ustedes NO SON CAPACES DE PARIR, portanto deberian estar lejos de decidir. Envidia e/o perversidad de los hombres!

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  13. Para todas lãs mujeres que por desgracia se quedaran embarazadas y no desean la criatura: hay una ONG de Holanda: women on waves. Son medicas que hacen el aborto gratuito en águas internacionales. No escuchen a ningun cura, ningun hombre. Ellos no son mujeres, ellos no sabe NADA de: reglas, embarazos, partos, abortos, etc. Tienen envidia de no poderen parir, tienen ódio de lãs mujeres. Un saludo desde Brasil!

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  14. Pizzey: la Ley impone por igual la maternidad y la paternidad del ya nacido. Y la realidad es que el embarazo, el parto y la lactancia no pueden imponerse legalmente a los dos sexos por igual porque biológicamente es imposible, como usted -supongo- conoce.
    La igualdad no deviene de la biología: se consigue mediante el esfuerzo social por nivelar aquellos aspectos que históricamente han reducido a la mujer a mera paridora y cuidadora de la prole mientras el varón buscaba horizontes más “elevados” y, de paso, se aseguraba de que sus bienes fueran heredados por los descendientes de su propia sangre.
    Hay muchas circunstancias por las que una mujer no quiere tener un hijo (económicas, sociales, sentimentales, filosóficas, sanitarias…). Cuando la prevención falla, el Estado no puede reducir a una persona a su condición de hembra de la especie humana en contra de su voluntad.

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  15. @Humo: Si el embarazo, el parto y la lactancia no pueden imponerse al hombre, que se le imponga a la mujer. Es así de sencillo. Si una mujer no puede por razones físicas – por ejemplo, una minusvalía física – atender a sus hijos durante su infancia, la ley obligará al hombre a procurar esos cuidados, ¿no es así? Pues el hombre es igual de inválido para llevar a cabo las tareas que usted apunta. Oblíguese por tanto a la mujer. ¿Cómo? En gerundio. La mujer que no desee tener hijos, que tome las medidas para evitar el embarazo. Hay métodos que no fallan.

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  16. Adjunto esta lúcida reflexión sobre el aborto: “Me supera el tema del aborto, de verdad. No sé en qué momento el hombre perdió el Manual de Instrucciones, conjunto de reglas que le configuran como tal y que le diferencian del resto de los seres vivos. Se quedó en el camino de este mal llamado progreso, que no implica avance y mejora, sino cosificación de las personas y las relaciones. Se ha perdido la capacidad de juicio, el ejercicio responsable de la libertad y la conquista de las metas a través de la voluntad. La responsabilidad y el compromiso han muerto. Somos más animales que nunca, instintivos que no racionales, volubles que no consistentes. Nos disfrazamos con ropajes futuristas mientras damos pasos acelerados hacia el pasado. Aferrados a la semántica, hacemos de la forma bandera para evitar entrar en el fondo de las cuestiones. El aborto es un caso paradigmático de esta regresión. Así nos va: el mundo vende felicidad imposible en corazones yermos, en almas vacías. Una sociedad deprimida compuesta de hombres tristes, dice la estadística. Semilla de la propia destrucción.
    No estamos ante un debate casuístico ni de plazos, sino ante la constatación de una realidad incuestionable: el nasciturus es un ser vivo, existe físicamente desde su concepción, su corazón se forma a partir de la quinta semana de gestación y es perfectamente audible desde la octava; su proceso de formación corporal y mental es igual de acelerado dentro del vientre de la madre que fuera de él, más incluso en el seno materno. Un proceso que durará hasta su muerte. El debate jurídico distrae, pero no puede negar esta realidad contrastable. Persona o personalidad, valiente chorrada. Todos sin distinción hemos pasado por esta fase embrionaria para llegar donde estamos, para ser lo que somos. No hay excepción alguna. ¿En qué momento nuestra vida mereció la pena? Sería bueno que intentáramos responder a esta pregunta. ¿En qué momento el bebé es tal y no un mero conjunto de células prescindible? Pobre Humanidad aquella que se engaña creyendo que lo que no se ve, no existe.
    En un embarazo deseado los padres imaginan desde el primer momento, desde la primera falta, cómo será el niño que está por venir. Para ellos no hay duda alguna de que es su hijo o su hija y le prodigan los mayores cuidados, convirtiéndose en una fuente de alegría y preocupación. Piensan en un nombre, multiplican las caricias, incluso le someten a experiencias sensoriales que le estimulen. Resulta chocante que aquellos que han pasado por esta experiencia sean capaces de defender alegremente que, en función de su conveniencia, el feto es una criatura igual que las nacidas por su voluntad o no. Me desborda. Podemos aferrarnos a las hojas del nabo de los supuestos más extremos, pero no estamos hablando de eso, parte ínfima de las 140.000 operaciones de este tipo que tienen lugar cada año en España, sino de la consideración de la vida humana como algo arbitrario, sujeta su continuidad a la percepción individual y cuya terminación está protegida por el ordenamiento jurídico. Definitivamente, nos hemos vuelto locos: el mismo derecho positivo que legitimó las peores dictaduras avala ahora esta sinrazón. Aborto libre y gratuito, vale. ¿Y después?”

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  17. Creo que el artículo es impecable, pero el debate ha perdido el norte. No es hombres contra mujeres, ni ateos contra creyentes, es la imposición de la moral de unos, sean mayoría o minoría, sobre todos. Es el debate Estado Laico vs. Estado Confesional.
    Comentario especial para Opina McCoy: hay una gran parte del mundo que se rige por las Leyes de Dios. Le aconsejo viva allí si en este mundo materialista no se siente bien. Los países son Irán, Afganistán, Arabia Saudí….

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  18. @Victor L: No sé dónde ve usted referencia a Dios en el texto que adjunto. El debate no es ni religioso ni ético. La cuestión es que desde la concepción hay una nueva vida. Eso es todo. Y no hay plazos que valgan para interrumpir una vida. Es pura y simple biología.

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  19. Victor, los expertos saben muy bien que el aborto clandestino és igual a un incremento en la mortalidad de la mujer. Hay una mayoria de hombres por detrás de esta reforma en España. Entonces hay crueldad y perversidad masculina.
    Pido disculpas, pero los españoles fueran los colonizadores más crueles de la história: más que los portugueses, ingleses, franceses. Hasta hoy son crueles con el toro y otros animales en sus fiestas populares. Está en la sangre le los hombres de España. Ahora: matanza de mujeres.

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  20. “Los españoles fueron los colonizadores más crueles de la história”. Venecia, tú te pinchas. Sin duda que la colonización de los españoles no fue el corro de la patata. Y que hubo muchos crímenes. Pero ciñámonos a tu aserción: “los más crueles de la historia”. Comparemos, por ejemplo, la colonización española de América con la colonización inglesa de América. Los españoles se mezclaron. Los ingleses exterminaron. Ergo tu aseveración es errónea.

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  21. Yo estoy a favor de los derechos reproductivos. Los de las mujeres, y los de los hombres. Creo que las mujeres deben tener derecho de desvincularse del futuro de un feto que no desean. Creo que los hombres deben tener derecho de desvincularse del futuro de un feto que no desean. La propuesta feminista viene a ser que las mujeres tienen derechos reproductivos, y los hombres tienen obligaciones reproductivas: tendrá que pagar, quiera él o no, si la mujer así lo decide. El hombre a callar y a pagar. Yo abogo por una ley de plazos: plazos para que la mujer decida si aborta o no; plazos para que el hombre decide si pagará en el futuro o no.

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  22. Me ha interesado esta reflexión: “Si el sexo sin consentimiento es una violación o una agresión sexual, ¿qué es una maternidad sin consentimiento?”. Yo también me pregunto qué es una una paternidad sin consentimiento. Tengo más de una, y más de dos, y más de tres, amigas que me han dicho explícitamente que si ellas quieren quedarse embarazadas pero su novio no, se quedarán embarazadas igualmente. Y conozco varios casos donde esto se ha dado. Si el sexo sin consentimiento es una violación o una agresión sexual, ¿qué es una paternidad sin consentimiento? El hombre que viola va a la cárcel. La mujer que viola recibe una pensión de su víctima. Con la garantías del Estado.

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  23. Estupendo artículo, Miguel, aunque siempre habrá quién lo utilice en su contra.
    Como mujer y madre, entiendo que el aborto no es un capricho, es un TRAUMA PARA LA MUJER, ASÍ QUE, POR FAVOR, DÉJENNOS DECIDIR Y SOBRE TODO, HAY UN ASPECTO EN EL QUE PARA NADA ESTOY DE ACUERDO: TRAER AL MUNDO UN HIJO CON DISCAPACIDAD/MALFORMACIONES CUANDO SE SABE DESDE EL PRINCIPIO QUE EL EMBARAZO NO VA BIEN. POR FAVOR, NO NOS IMPONGAN TRAER HIJOS NO DESEADOS AL MUNDO, DÉJENNOS DECIDIR.

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  24. Lo de provida es incompleto. En realidad son providaeterna. Solo hay que ver sus contradicciones y la hipocresia que se gastan. Un embrión es una entidad que con tiempo y suerte puede acabar siendo una persona depositaria de derechos. Lo mismo que un óvulo, o un espermatozoide, pero nadie aboga por prohibir la abstinencia sexual. No hay forma de determinar el momento exacto en que es, repito, persona depositaria de derechos, animal racional, etc, así que solo hay una ley razonable que no implique metafísicas trasnochadas y respete muy prudentemente los derechos de todos: la ley de plazos.

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  25. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos reconoció, en una extensa e interesante sentencia (Case of A, B and C v. Ireland, Application no. 25579/05, 2010), que del art. 8 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, que garantiza el derecho al respeto a vida privada, no se deriva ni se confiere a la mujer embarazada un ‘derecho al aborto’, puesto que, si bien es cierto que la interrupción del embarazo afecta sin duda a la vida privada de la mujer, tal vida privada está estrechamente unida al desarrollo del no nacido, por lo que ese derecho debe ser sopesado y valorado teniendo en cuenta la existencia de otros derechos y libertades en juego, en particular, los del concebido y no nacido, también protegido por el art. 2 del mencionado Convenio (párrafos 213-214 de la STC).
    La fundamentación humanista de la sentencia es obvia para quienes no están obcecados por el prejuicio ideológico: si parte fundamental de lo que somos se encuentra ya en la constitución peculiar de nuestro material genético; si cuanto nos forma surge de una cadena ininterrumpida de sucesos que delimitan el marco de nuestras percepciones y aptitudes; si esa parte irrenunciable de nuestra individualidad entra en interacción con el entorno desde el mismo momento en que comienza a expresarse; si arribamos a la consciencia con el impulso de esa vitalidad desplegada; entonces el ser humano viene a la vida no cuando siente o percibe sino cuando ES, no cuando se reconoce conscientemente sino cuando entra en la trama de lo viviente, no cuando tiene forma humana sino cuando se constituye como sistema unitario.
    Nuestra existencia es humana desde el mismo momento en que se produce la fecundación y cuanto a ésta sigue deriva de la expresión de nuestro acervo genético fundamental, que no es otro que el propio de la especie biológica a la que todos pertenecemos.
    Un embrión humano no es un simple “ser vivo” inespecífico y genérico. Y no hay mejor prueba de esto que su incapacidad para implantarse en el útero de otra especie; el cuerpo humano de la mujer reconoce la humanidad del embrión y por eso contribuye a su desarrollo. Si fuera un simple “ser vivo” sin adscripción específica, cualquier ser placentario podría reconocerlo fisiológicamente como integrante de su particular proceso de desarrollo embrionario, pero tal cosa no ocurre.
    Por esta razón suenan a desinformadas y abiertamente antihumanistas las argumentaciones de los proabortistas y, por esa misma razón, cabe calificar al aborto como homicidio prenatal.
    Una legislación que no tenga en cuenta los hechos científicos, que se deje arrebatar por falsos argumentos ideológicos, sin otro fundamento que la visceralidad de la bandería y la exaltación del prejuicio, puede cabalmente ser descrita como reaccionaria y retrógrada: la ley de plazos promovida por los socialistas cabe perfectamente en esta descripción. No existe eso que se llama “derecho al aborto” porque la vida humana es el primer derecho de cualquier individuo y nada puede estar por encima de él.
    Y por eso la nueva legislación resulta tan oportuna. Corrige aquel desafuero moral asentado en la más obtusa de las consideraciones políticas que perpetrara la izquierda al amparo de su inveterada dependencia de la agit-prop, entendida como confrontación huera de cualquier vinculación con la verdad. De ahí también -es claro- la sobreactuación indignada y el lenguaje de combate que utiliza la izquierda para salir de su atolladero intelectual.

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  26. Totalmente de acuerdo, y hablando de Educación, en relación con este espinoso tema, usted pone el dedo en la llaga… La “educación” q plantea este gobierno deja mucho q desear, especialmente en lo q se refiere a la Educación Sexual tan necesaria e imprescindible para educar a una ciudadanía q ejercite su derecho a la Sexualiadad y a la reproducción sexual en IGUALDAD y en CO-Responsabilidad.
    Donde SÍ existe total igualdad es a la hora de golpear a las mujeres, tanto en casa (por sus novios, maridos ex o demás familia) como en la calle, y a las pruebas me remito. Aquí van unas fotos de lo sucedido hoy por la mañana en LA LAGUNA (TENERIFE) a propósito de la visita de Wert, Ministro de malaeducación.
    http://www.sanborondon.info/content/view/58814/1/

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  27. Noruega, Dinamarca, Suécia, Finlândia, Japon: más altos IDH del planeta: lãs mujeres deciden, paises amigos de lãs mujeres.
    Portugal y Italia: fuerte tradicion católica, pêro ellas deciden, paises amigos de lãs mujeres
    España, Brasil, México: atraso, pobreza, hambre del la sangre femenino: paises enemigos de lãs mujeres.
    Simple.

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  28. ¿Tienen las bacterias derecho a abortar, es decir, a suprimir su auto-re-producción? La inteligencia bacteriana dice que hay que evitar que el mundo se convierta en una infinita bacteria, ya que todas morirían de hambre. ¿A qué tipo de bacteria pertenece el gallo de Madrid? .

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  29. “Sí, sí, mucho folleteo, mucha reproducción y mucha reproducción… y, luego, a servir a Dios y a la patria en el Campo de Batalla, que hace falta carne de cañón. Aborto no, educación Sexual menos, claro que no, que eso va contra la ley de Dios, pero servir en guerras y matar y asesinar en nombre de ese mismo Dios, eso sí, que ya se sabe, la guerra y lo militar es muy viril”.

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  30. Contradicciones de la Vida… Ver para creer. Hago mías las palabras de N. Varela a propósito de la Igualdad, la de verdad, la q incluye también a las MUJERES, esa mitad olvidada, por sistema (claro!), de la “humanidad”:
    “Como le dijo Mary Wollstonecraft al radical y revolucionario filósofo: “Si Rousseau se cree el resto de sus ideas, no tiene legitimidad teórica para mantener la desigualdad entre los sexos”. Pues eso. Si este Papa se cree el resto de sus ideas, sobre la pobreza, la emigración, la paz, la justicia… no tiene legitimidad teórica ni moral para excluir a las mujeres y colocar los derechos sexuales y reproductivos, incluido el aborto, en el eje del mal”.
    http://nuriavarela.com/ese-papa-tan-revolucionario/

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  31. Bacterias, tienes toda la razón. Dios de misericórdia, como un papa puede decir que un embrion és un nino?
    Personalmente, nunca hizo un aborto. No lo necessité, mi hijos fueran deseados, a mi me gusta mucho los bebés, paro en la calle para verlos passar en sus carritos. Pero me da asco saber que una mujer no puede decidir se un embrion en su corpo vá a ser un bebé o no.

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  32. Me dá mucho asco tener la certeza de los antiabortistas SABEN muy bien lãs estatísticas: una lei contra el aborto no hace con que lãs mujeres no los hacen. Y hay mucho más muerte donde el aborto és clandestino. Escuchen señores: habrá más muertes!!!

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  33. A mí, que defiendo el derecho al aborto, me da asco saber de la mujer que asume que derechos reproductivos son sólo los suyos, y que si ella decide no desentenderse del futuro del feto, el hombre no tendrá el derecho reproductivo a sí desentenderse de él, sino la obligación, sancionada por el Estado, de callar y poner la pasta.
    Feminismo en toda la regla: derechos de las mujeres, obligaciones de los hombres.

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  34. A mi me da mucha prevención (por decirlo de modo cortés y no ofensivo) la gente como usted o, mejor dicho, los “seres” como usted “8888”. A partir de ahora en vez de hablar de “aborto” por qué no nos organizamos las mujeres para exigir que los hombres se hagan todos la vasectomía antes de tener sexo sin pensar en las trágicas consecuencias de un embarazo indeseado. Usted habla de “obligaciones de los hombres”, ¿a qué obligaciones se refiere exactamente?. No le da a usted ASCO que eso que usted llama “hombres” vayan por ahí de manera irresponsable dejando embarazadas a mujeres e, incluso a veces, a niñas. ¿No le parece a usted que las mujeres no tenemos derecho a decidir sobre si a todos los hombres se les DEBE practicar la esterilización colectiva y así evitar embarazos indeseados, muchas veces basados en el más puro egoísmo (sexual, o del tipo que sea)? ¿Por qué se creen los “hombres” como usted a tener derecho a decidir sobre los cuerpos de las mujeres? ¿A qué llama usted “feminismo”? ¿No cree usted que ha llegado la hora de que TAMBIÉN los hombres se RESPONSABILICEN de sus acciones SEXUALES y REPRODUCTIVAS? ¿Sabe usted por qué existen embarazos INDESEADOS?
    Porque falta EDUCACIÓN SEXUAL, una verdadera educación sexual que eduque a todos los hombres y a todas las mujeres como seres humanos con plenos derechos sexuales y reproductivos, en IGUALDAD de condiciones.

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  35. 9999, antes de nada, me gusta su nickname. Dicho esto, le sugiero que lea detenidamente lo que escribimos los comentaristas. A lo mejor descubre que yo no propongo lo que cree que propongo. Después, tenga en cuenta que el asunto de la esterilización, muy propio de ya sabe usted qué regímenes, se puede aplicar tanto a hombres como a mujeres. En el tema del aborto, no se está hablando de esterilizar a mujeres, ni a hombres, sino a desentenderse del futuro de un feto en desarrollo. Por último, respondo a sus preguntas, por orden:
    1- Las obligaciones de los hombres en este caso son las de pagar una pensión a un hijo no deseado durante un par de décadas, independientemente de si el hijo es deseado por él o no. ¿Entiendo bien que, según usted, la mujer tiene derecho a abortar, pero si no aborta el hombre tiene la obligación de pagar pensión? ¿O lo he deducido incorrectamente de su tono?
    2- La irresponsabilidad de un embarazo es compartida, así que me da el mismo asco se trate de un hombre o una mujer. Dado que escribe usted IGUALDAD con mayúsculas, ¿no le parece la mía una postura igualitaria? Por cierto, no sé si habrá notado que la palabra “asco” la tomé prestada del comentario de Venecia.
    3- No, las mujeres no tienen derecho a decidir la esterilización involuntaria de las personas. Los hombres tampoco. Comprendo que los neofascimos, incluidos el de género, son dados a estas medidas extremas por el bien de la sociedad, pero espero que en su caso lo haya propuesto sólo como hipótesis argumental.
    4- No puedo responderle acerca de por qué algunas personas se creen con ese derecho, dado que cada persona es distinta y yo no comparto esa creencia. En mi opinión, la mujer debería tener derecho a desentenderse del futuro de un feto si así lo desea, como usted debería haber entendido de mis comentarios anteriores. Consiguientemente, un hombre debería igualmente tener el derecho a desentenderse del futuro de ese feto, si la mujer decide seguir adelante con él. Si usted no estuviera de acuerdo con este punto, me gustaría que me explicara por qué.
    5- Feminismo es una palabra que puede significar mil cosas. Una simple búsqueda en google le mostrará un abanico muy amplio de enfoques, desde uno verdaderamente igualitario, hasta el más extremo de los totalitarismos. Yo, en concreto, le llamo feminismo al enfoque que me he encontrado con más frecuencia: aquél que parte de un sesgo metodológico por el cual todo lo que sea discriminatorio para la mujer se debe eliminar, y lo que sea discriminatorio para el hombre se puede quedar como está. Pero también me he encontrado personas feministas con un enfoque verdaderamente igualitario. Pocas, eso sí. Pero las hay. El señor Lorente no es una de ellas, por cierto.
    6- Sí, tanto los hombres como las mujeres se deben responsabilizar de sus acciones sexuales y reproductivas. Y, cuando a pesar de ello se dé el caso de un embarazo no deseado, tanto las mujeres como los hombres deberían poder tener el derecho de desentenderse del futuro de ese feto.
    7- Sí, la inmensa mayoría de embarazos indeseados son el resultado de malas decisiones tomadas por un hombre y una mujer. No veo por qué las mujeres tienen que tener un derecho a desentenderse de ello, y los hombres la obligación de poner la pasta.
    Espero que le hayan sido de utilidad mis respuestas.

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  36. Le sugiero que cambie su estilo de vida y también, si es posible, de blog. Participe usted en blogs afines a su ideología patriarcal, la cual como sabe no es sólo propia de España, sino que es propia del mundo globalizado. Le sugiero igualmente, que lea usted de nuevo los comentarios de tod@s quienes participamos en este blog y somos afines al autor de este blog, y también, de paso, lea de nuevo las entradas del mismo y, quizás descubra que es usted quien no interpreta correctamente el sentido de los mismos.

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  37. Mi estilo de vida, que usted obviamente desconoce, es asunto mío. Le apuesto dinero a que no tiene usted ni la más remota idea de cómo es. Por otro lado, yo participo en los blogs que me apetece, como sin duda comprende usted perfectamente. Sencillamente considero que es relevante hacer notar las falacias constantes que aparecen en éste, dado que se fundamentan en una metodología sesgada con muy poca base empírica seria. En España la ley es distinta para hombres y para mujeres, como supongo que también sabe. Yo defiendo que la ley trate a las personas con independencia de su sexo. En el caso del aborto, defiendo que tanto la mujer como el hombre tengan el derecho a desentenderse del futuro del feto. Me opongo a una ley en la que sólo uno de los sexos tenga derechos, y el otro tenga obligaciones. Le corresponde a usted explicar por qué esa no es una postura igualitaria. Si a eso usted le llama ‘ideología patriarcal’, no le importará que yo denomine la suya como ‘ideología fem¡naz¡’. Un saludo. Si me lo devuelve usted con el brazo derecho, la palma hacia abajo y las uñas perfectamente pintadas de rosa, no me sorprendería.

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  38. Espero que no penalicen o cambien la ley de aborto en España. En mi país, Chile, está prohibido bajo cualquier condición. La cantidad de abortos clandestinos son alarmantes. Hace poco una adolescente llegó con hemorragia al hospital y, a punto de morirse, el doctor la acusó a la policía. Ojalá ustedes no caigan en prácticas del tercer mundo.

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